Cada 8 de marzo se conmemora Día internacional de la mujer, proclamado por las Naciones Unidas en 1975 para recordar la lucha de la mujer por participar en la sociedad de manera equitativa con el hombre. Su origen comienza con el movimiento obrero de finales del siglo XIX, en un momento histórico donde estaba en expansión la industrialización y en el que la mujer alzaba su voz. Historiadores destacan que como antesala al día de la mujer se presenta la marcha de las mujeres en Nueva York, donde 15.000 mujeres marcharon para conseguir mejores salarios, menos horas de trabajo y el derecho al voto.
La moda ha jugado un papel muy importante en este día, debido a que las primeras marchas de mujeres se vivieron en fábricas textileras, y en un momento donde la industria la manejaban hombres ser una mujer diseñadora era un reto. Por eso destacaremos algunas de esas mujeres que han revolucionado la moda en el mundo, y especialmente en Latinoamérica y Colombia.
En la moda colombiana tenemos a Laura Laurens, que luego de 7 años de trayectoria en la moda detrás de La Casa de Greta, y haber hecho presencia en las principales pasarelas del país decidió internacionalizar su marca. En ese proceso de internacionalización conoció a dos indígenas trans pertenecientes a la comunidad Embera Chamí, con quienes llevó su marca a Londres gracias patrocinio del Britrish Council of Arts, cambiando la vida de estas dos mujeres. Ha trabajado de manera integral, al resignificar la cultura indígena, y trabajando con personas que son doblemente discriminadas, empoderando económica y socialmente a las indígenas con las que trabajó.
Ángela Herrera es una politóloga que ha creído en la paz y que se ha dedicado a trabajar por la moda sostenible. Con estas dos convicciones, $320.000 y junto a algunos excombatientes de la extinta guerrilla de las FARC, creó Manifiesta, una empresa de moda y confecciones sostenibles. Para Ángela, si los empresarios colombianos pusieran atención a este tipo de iniciativas, las personas se reincorporarían a la sociedad más fácilmente. Hoy en día, 28 familias hacen parte de este proyecto, que tiene como meta incorporar víctimas de la violencia.
Maria Clemencia “Tutina” Rodriguez de Santos, es otra de esas mujeres ícono de la moda que no puede faltar, y que hizo de la moda un acto político durante el mandato de su esposo, el expresidente Juan Manuel Santos. Tuvo salidas muy polémicas, como el vestido blanco de Silvia Tcherassi que lució durante la visita al Papa Francisco, por el cual fue blanco de críticas por no ir con el protocolo de las audiencias papales, pero ella lo utilizó como símbolo de apoyo a la paz. Otro de los vestidos más recordados de la ex primera dama de los colombianos fue el vestido blanco de escote con el símbolo de “peace and love” firmado por Esteban Cortázar, que lució en Oslo durante la entrega del Premio Nobel de Paz al entonces presidente Santos. Pero la prenda que consagró a Tutina como una revolucionaria de la moda fue el pantalón que lució en las votaciones presidenciales de primera vuelta en 2018, un jean con una franja lateral que decía “Fake News” como crítica a todas las noticias falsas difundidas en redes sociales para atacar las diferentes campañas políticas que se disputaban la Casa de Nariño en aquella ocasión. “Tutina” sin duda fue la primera dama que más ha apoyado la moda colombiana y la más revolucionaria, pues ha usado sus outfits con sentido político y no como meras prendas de vestir.
Las primeras marchas de mujeres se vivieron en fábricas textileras, y en un momento donde la industria la manejaban hombres ser una mujer diseñadora era un reto.
Pepa Pombo es otra colombiana que lleva más de 40 años revolucionando la industria de la moda en el país. Fue la primera diseñadora que incorporó el trabajo con técnicas artesanales y ancestrales como parte de su sello personal en una época en que la moda colombiana estaba muy atrasada respecto al resto del mundo, ya que las tendencias internacionales llegaban al país años después de lanzarse. Pepa fue pionera en el tejido de punto y construyó sus propias fibras a partir del trabajo artesanal, a tal punto de que es imposible que puedan copiar su estilo. A los 16 años llegó a la Universidad de los Andes y montó su propia academia de pintura, hasta que dos años después dejó de lado las artes y se dedicó al mundo textil. Pepa vio en Bogotá una ciudad lúgubre en contraste a la colorida cultura peruana en la que se crió, y decidió revolucionar la moda desde el color y la artesanía. Durante un viaje a México el director del Palacio del Hierro se enamoró de sus diseños, y empezó a vestir a personajes como María Félix, Daniela Romo, Elizabeth Taylor, y otros personajes de talla mundial.
Y por último pero no menos importante, no podía faltar en este listado la inolvidable Gabrielle Chanel, conocida por desafiar las leyes sociales de la época de los años 20 en Europa. Ella habló de frente con los hombres, y tenía un particular gusto por lo masculino, lo que la llevó a ser pionera del estilo andrógino para las mujeres al crear el traje sastre femenino de tweed. “Coco” como es conocida por haber trabajado en un cabaret en su juventud, empezó a ser reconocida luego de la II Guerra Mundial, porque marcó un punto de inflexión para la sociedad. Sus diseños marcaron un hito de liberación para las mujeres de la posguerra en su indumentaria al cambiar el corsé por la camisa con botones.
El Insight de esta semana es "revolución propósito". Una revolución con sentido transformador, como la que todas estas y otras tantas mujeres han hecho al mundo de la moda, y como la que cada año se conmemora cada 8 de marzo.
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